viernes, 29 de mayo de 2009

TIERRA MOJADA





El olor de la tierra mojada, no me recuerda el otoño, ni la hoja seca caída en el suelo sobre un fondo de barro. Me recuerda a verano, a fuente y pilar, antiguos y no tanto, abrevaderos de caballos, mulos y burros que pasaban por mi calle en un sincronismo casi mágico dentro de su ritual diario de vuelta a sus cuadras.










Me recuerda a siesta y avispas que se contaban por cientos bebiendo en esa mezcla de agua y tierra que quedaba al lado de ese pilar, donde junto a mi hermano pequeño y algún amigo nos dedicábamos a pisarlas y hacer nuestra particular cacería insectívora no sin llevarnos en más de una ocasión algún que otro picotazo bien merecido.
Me recuerda a albercas, que se convertían cada verano en improvisadas piscinas para refrescar de las calores veraniegas en las zonas de interior alejadas de playas y de piscinas municipales.






Me huele a huertas del atardecer cuando se sacaba el agua del pozo para depositarlo en las acequias, que igual que una serpiente hídrica recorría como por un laberinto todo lo plantado, habichuelas, pimientos, pepinos, tomates y todo lo que la huerta nos regala en verano a cambio de nuestro sudor.






La tierra mojada me da olor a vida, a tormenta de verano y a deambular por calles desiertas en la humedad fresca de las noches de estío de la sierra.












miércoles, 13 de mayo de 2009

SONETO DE LOS PIES DESCALZOS







Sin calzado te sigo en tu agonía,


silenciosos los pasos a tu lecho,


los zapatos asidos contra el pecho


y sintiendo en mis pies la losa fría.







Caminando a tu lado me veía


en penumbras notando a cada trecho,


sin poder esconder lo que está hecho,


ni borrar de tu piel la pena fría.









Sigo tu huella de arena mojada.


Mis pies descalzos no se han perdido


tras de tu alma ya liberada.










Mis pies descalzos se han recogido,


Mi queja amarga será apagada


donde está tu pasado y está el olvido.






sábado, 9 de mayo de 2009

EPILOGO



Te busco a cada instante,
y no te encuentro,
mirada de vigía en un silencio.
Los besos que me diste ya están dentro
y tus ojos ausentes no los siento.

Te di cuanto tenia,
ya nada tengo,
solsticio de verano
en cada beso,
sin un corsé que pare
tu aspaviento,
ni rienda que detenga
el sufrimiento.





Irremediablemente, la vida no me besa,
me tira y zarandea en cada paso,
con un rumor de cielo, sosegado,
te vas en el silencio de un abrazo...
de un beso tan profundo como un cielo,
en tu alma errante de consuelo,
tengo que renunciar al juramento
que dijo que lo hiciera mientras viva.






Perdido en el quehacer de una caricia,
envuelto en el decir de un verso amargo
perdida en tu mirada, una mirada.
Pecado de mis huesos inconexos.

viernes, 1 de mayo de 2009

POETA


Ama el desierto...
porque en el desierto esta el amor de los que nunca han amado.
Ama la brisa de la mañana,
porque en la brisa esta el beso frío del sentimiento muerto.
Ama el corazón dormido,
porque en el corazón dormido esta el silencio de la muerte callada.
Ama la noche,
porque en la noche esta el vacío de los ojos marchitos.


Ama la nube gris,
porque en la nube gris esta el manto que cubre el sol de los poetas muertos.



Ama el río, porque en el río esta la senda del camino perdido.

Ama la luna,
porque en la luna esta escondida la esencia de la mujer.



Mortaja, delirio y pena, vástagos marchitos de la soledad impura de los besos robados.

Ama el amor amado, aunque sea desde el olvido,porque en el amor amado encontraras lo único que queda de la vida...........